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Material de estudio:
El 28 de agosto, los alumnos de las escuelas primarias de México regresarán a las aulas. Como resultado directo de la implementación de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), los especialistas advierten que el ciclo escolar 2023-2024 presentará a los educadores mexicanos una nueva serie de retos por superar.
Investigación y pruebas
Un analista de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México llamado Luis Medina Gual ha señalado que el primer año académico se caracterizará por un fuerte énfasis en la innovación. Predijo que habría desorden durante el proceso de implementación, y una muestra de este desorden es la distribución de libros de texto gratuitos antes de que estuvieran disponibles las versiones finales de los programas.
Subrayó la importancia del diagnóstico comunitario en la enseñanza primaria y la estructura del plan de estudios de secundaria señalando que el documento se reconoce por primera vez como un plan de estudios incompleto y muy modificable. Esto se debe a que el documento es un currículo incompleto.
«Avanzamos sin utilizar recetas predeterminadas para respetar la autonomía de los educadores». Continuó diciendo: «Tenemos todo lo que necesitamos, pero no puedo decidir si quiero hacer un plato que sea una fusión de mexicano y algo totalmente distinto».
Este sentimiento fue compartido por un profesor de la Universidad Iberoamericana llamado Luis Medina Gual, quien afirmó que no se debe esperar que las escuelas y los maestros se ocupen de los problemas que surgen en la comunidad.
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Una propuesta
Maelvi Muñoz Álvarez, coordinadora de la Licenciatura en Ciencias de la Educación del ITESO, señaló que aunque la Nueva Escuela Mexicana tiene una idea innovadora, en realidad no aporta nada novedoso.
«Pero, ¿cuánto tiempo necesitamos para estar preparados?», cuestionó tras destacar la necesidad de preparar y evaluar los procedimientos con anticipación, con la intención de enfocarse en una dinámica de mejora continua.
La profesora de la División de Psicología, Educación y Salud (DPES) del ITESO, Herzel Garca Márquez, coincidió en la necesidad de replantear el qué y el para qué de la institución. Lo describió como uno de los problemas más desafiantes que enfrentan actualmente los educadores en un contexto en el que el nuevo proyecto educativo se aleja de una metodología disciplinaria y se acerca a una metodología activa.
La comunidad
Maritza Soto Barajas, académica del Isenco, habló de cómo la Nueva Escuela Mexicana es un esfuerzo que intenta aportar amplias mejoras al sistema educativo.
Para cerrar la brecha entre el antiguo conocimiento profesional del especialista y el nuevo modelo, el sistema educativo debe primero evaluar lo que los maestros realmente requieren en términos de desarrollo de habilidades a la luz de los nuevos métodos.
Se aconseja que la comunidad sea tanto el punto de partida como el objetivo del aprendizaje contextual; sin embargo, Herzel Garca Márquez opina que es necesario desarrollar una comunidad aparte entre los profesores.
Además, subraya la importancia del trabajo en equipo multidisciplinar en el marco de la arquitectura de red basada en la comunidad. Los educadores no estamos abandonados a nuestra suerte; hay una organización que puede ofrecernos tanto competencias tecnológicas como recursos. Además, hay que tener en cuenta lo que se puede aprender de la investigación educativa», subrayó.
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Los educadores
Los expertos fueron unánimes en su apreciación de que el clima existente no favorecía la introducción del nuevo paradigma. Medina Gual hizo la observación de que «el gobierno siempre le debe mucho a los maestros y esta (ocasión) no es la excepción», y que los presupuestos y la infraestructura de las escuelas no han sido suficientes para cumplir con la demanda de adoptar el nuevo currículo.
Sin embargo, Maritza Soto se muestra insatisfecha porque la elevación retórica de la función docente por parte del sistema no se ha traducido en cambios sustantivos en las aulas.
Aunque todos somos conscientes de que la remuneración que reciben los profesores puede ser a menudo insultantemente baja, sigue siendo muy idealista ensalzar la docencia como carrera profesional. Para que se conviertan en profesionales, necesitan que se les respete laboralmente».
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