Desde la creación de la petición, el 22 de julio, la han firmado 8.192 personas. Según la petición, los niños de preescolar a sexto de primaria tuvieron acceso a libros de texto en las asignaturas de español, ciencias naturales, geografía, historia, matemáticas y lectura hasta el final del curso académico más reciente. Se consideraba que el estudio de estos temas era necesario para que los alumnos cultivaran su capacidad de pensamiento analítico, así como su capacidad de comunicación efectiva dentro de la sociedad.
Material de estudio:
Esquemas de los libros
De acuerdo con el nuevo esquema de libros de texto de la SEP, los niños no cuentan con libros de español, matemáticas, ciencias naturales, geografía, biología, salud, historia universal o historia de México. En consecuencia, no aprenderán el razonamiento lógico de las matemáticas, ni tendrán libros de lectura. En cambio, se establece que los niños aprenderán haciendo proyectos que los maestros elegirán de los nuevos libros. Se supone que así aprenderán.
También se ha observado que esta pérdida está teniendo un efecto especialmente devastador en los alumnos de secundaria. Esto se debe a que, en el pasado, para cada tema, los maestros podían elegir entre diez y dieciséis libros aprobados por la SEP y entregados por editores de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM).
Se subraya que todos estos libros se están eliminando, lo que hará que la educación secundaria se parezca más a la primaria. En primaria no hay libros temáticos, sino solo dos libros de consulta y cápsulas didácticas que no siguen ningún orden ni secuencia particular.
Además, se ha afirmado que los nuevos libros de texto revisados están llenos de errores y que es obvio que los autores de los mismos se niegan a presentarlos formalmente para evitar que sean revisados por expertos antes de su implantación en el próximo curso académico. Esto se hace con el fin de garantizar que los libros de texto sean aprobados para su uso en el aula.
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En el cuarto punto se explica que los niños no podrán aprender de forma estructurada sin determinadas asignaturas que tradicionalmente han formado parte de la educación primaria y secundaria, y que podrán reforzar lo aprendido tanto en el aula como en casa utilizando estas herramientas. Parece probable que perder un año de escuela, además de otros problemas relacionados con el impacto de la pandemia, influya negativamente en el funcionamiento cognitivo.
Es posible que se puedan llevar a cabo “proyectos sociocríticos interdisciplinarios” si se pusieran a disposición de los profesores fondos suficientes y tiempo de preparación. A pesar de que los proyectos de este tipo ya se utilizan en las aulas, su objetivo principal sigue siendo impartir formación disciplinar. Se afirma que “no todas las asignaturas pueden profundizarse y ejercitarse mediante proyectos”, lo cual es una afirmación acertada.
Algunos de los comentarios que se hicieron sobre la petición fueron los siguientes: “No estoy de acuerdo con el nuevo sistema de educación para primaria y secundaria; no estoy de acuerdo con la ideología que pretenden imponer”; “No cumplen con los parámetros mínimos de pedagogía”; “Me interesa que la educación en México siga siendo de calidad, con textos probados y controlados por personal competente, que garanticen su eficacia para la enseñanza, y no experimentando con la educación de los niños”; a. “Me interesa que la educación en México siga”.
La persona que inició la petición, Alma Maldonado, tuiteó sus comentarios al respecto, y uno de ellos fue el siguiente: “Criticar los libros de texto no es lo mismo que criticar el trabajo de los maestros que participaron en ellos”.
