El año 2024 marca el regreso a clases en México, pero el país enfrenta dificultades que no se habían previsto. Cada vez es más difícil para la Secretaría de Educación Pública (SEP) enfrentar nuevos problemas como consecuencia del resurgimiento en curso del COVID-19 y del clima desfavorable. Como resultado de los frentes fríos que acaban de pasar, las escuelas primarias y secundarias están experimentando los efectos del clima.
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Material de estudio:
Se han tomado acciones
Debido a las circunstancias, varias instituciones educativas en México han tomado la decisión de cancelar las clases restantes para el mes de enero. Esta medida de seguridad se implementa con el fin de proteger tanto a los alumnos como a los instructores del coronavirus, considerado como el responsable del reciente aumento en el número de casos.
De acuerdo con el Reporte Semanal de Vigilancia Epidemiológica (SS) publicado por la Secretaría de Salud, hasta el 18 de enero de 2019 se han documentado más de nueve mil casos de COVID-19 en todo el país. La gran mayoría de estos incidentes se atribuyen al estado de Nuevo León, México y la Ciudad de México (CDMX). Cualquiera que sea el caso, varias jurisdicciones han tomado la decisión de actuar para evitar que el virus se siga propagando.
La Mesa del Consejo Técnico ha informado que la Escuela Secundaria Técnica número 64 de Oaxaca ha tomado la decisión de cesar las actividades educativas por tres días consecutivos. Esta decisión es considerada como una de las primeras instancias de suspensión de clases. Se prevé que el lunes 29 de enero las clases retomen su horario regular.
De manera similar, las escuelas del Valle del Mezquital de Hidalgo han extendido de igual forma la suspensión de clases por lo que resta del mes de enero en reacción a la posibilidad de que se presenten casos de COVID-19. Ambos han llegado a la conclusión de que seguirán utilizando Internet y animan a los demás a estudiar en casa para reducir el riesgo de propagación del virus.
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Es importante tener en cuenta que la decisión de cancelar las clases no se basa únicamente en la enfermedad infecciosa; también está relacionada con el mal tiempo que ha afectado a una parte importante del país. Como consecuencia de los frentes fríos, las temperaturas han descendido, lo que ha agravado aún más la situación en lo que respecta a la asistencia a la escuela y los problemas de seguridad.
Además, debe saber que la postura adoptada por las autoridades educativas varía de una región a otra del país. Cada estado lleva a cabo su propia evaluación independiente de la situación epidemiológica y climática, y luego toma medidas basadas en los requisitos y condiciones específicos de ese estado. Durante las pandemias y los fenómenos climáticos extremos, es difícil gestionar la educación, y el hecho de que las respuestas hayan variado así lo demuestra.
Como consecuencia de la situación, urge una fuerte colaboración entre las organizaciones sanitarias y educativas a escala nacional para garantizar la seguridad de la población estudiantil. En vista de los numerosos factores que pueden interrumpir el curso tradicional de formación presencial, también habría que replantearse los métodos que se utilizan para volver a las aulas.
La prioridad de cuidar la salud de los alumnos y de los trabajadores de la enseñanza ha sido el motor que ha impulsado la aplicación de estas medidas preventivas, incluida la continuación de las actividades por vía electrónica. Y es que tememos volver a la época de 2020, cuando las estadísticas demostraban una caída en la calidad de la enseñanza. Es preciso que las autoridades competentes respondan de manera eficaz y altamente coordinada.
